Cuando cayeron pensaron que nunca llegarían al fondo. Sin embargo lograron salir poco a poco, de un balde que subía, pero ¿a dónde? Era la gran incertidumbre.
Nazareno, un joven de tez negra; los ayudó a pisar suelo firme, junto a dos criadas más. Ellos los invitaron a pasar a la casa del patrón, a tomar leche con chocolate calentita.
Todo era muy extraño, distinto a lo que conocían; les dieron ropa de la época. También una sorpresa porque se parecían a la de los actos escolares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario